Debates con Juan Ramón Rallo: lo que da de sí la ética de los "nuevos hombres libres"
La nueva fe en alza de este siglo XXI, la fe del ultraliberalismo de último cuño (“libertarianism”) tiene como machacón y pretendido objetivo la defensa de la libertad. El problema, claro, viene cuando se exige especificar en qué consiste tal "libertad". Sin embargo, la respuesta parece ser siempre inmediata, y precisa: hay libertad siempre que no se da coacción . Este axioma, piedra angular de todo su tinglado argumental, es denominado por sus promotores “principio de no agresión”: nadie nunca puede agredir a nadie . Se puede decir, pues, que una situación o acción no es libre solo cuando está impedida por una coacción, o por el uso o amenaza de uso de la fuerza. Aquí un sermón de Francisco Capella, filósofo de cabecera del Instituto Juan de Mariana, muy ilustrativo al respecto. Y aquí una serie de homilías también sobre el asunto, esta vez del Instituto Mises Hispano. El principio de no agresión, junto al principio de propiedad privada, definen los marcos según los...