PEROGRULLADA: España no es un proyecto nacional bien consolidado; Euskadi y Cataluña, aún menos
Esto de hablar de nacionalismos suele implicar, aunque sea a veces
un coñazo, la necesidad de recordar alguna que otra perogrullada. La controversia política sobre las naciones, su realidad, su necesidad y su esencia,
está plagada de lugares comunes, de mantras, de frases vacías, de
dogmas irreflexivos y de eslóganes. Siendo así, es casi
inevitable que pasen inadvertidas las cosas más evidentes, y casi
tontorronas.
España no es un proyecto nacional viable, se dice. Parece ser que
España no fue capaz de adaptarse a los tiempos, no supo o no pudo
pasar de Imperio a Estado Nación. Justo la era de las naciones
(finales del siglo XVIII, y el siglo XIX) coincidió con el
derrumbe de su Imperio, y durante todo aquel periodo tuvieron lugar
una sucesión de crisis y de guerras civiles que hicieron inevitable
una construcción nacional defectuosa, débil, y carente de los
suficientes consensos.
Todo eso puede estar muy bien, y yo puedo estar de acuerdo con una
buena parte de dichas afirmaciones. El problema es pretender que la
alternativa sea dar legitimidad y fomentar la consolidación de otros
proyectos nacionales muchísimo más débiles e inmaduros, como
Cataluña o Euskadi. Si dices que España no es viable como nación,
¿cómo puedes afirmar al mismo tiempo que Cataluña o Euskadi sí lo
son? ¿En qué puede estar basado eso?
Marchando otra perogrullada: a fecha de hoy, ni Cataluña, ni Euskadi son naciones-Estado soberanos, y ni mucho menos poseen los consensos internos y los elementos de distinto tipo necesarios para poder serlo.
Marchando otra perogrullada: a fecha de hoy, ni Cataluña, ni Euskadi son naciones-Estado soberanos, y ni mucho menos poseen los consensos internos y los elementos de distinto tipo necesarios para poder serlo.
Se dice que el Estado español no es una nación, sino un Estado
amorfo que contiene en su interior otras naciones. Y una vez más
resulta que se ponen como contraejemplos a Euskadi y Cataluña. Es
cierto que hoy en España podemos hablar tranquilamente de que entre
2 y 3 de sus 36,5 millones de habitantes con derecho a voto desearían
formar parte de otro Estado (menos de un 8%). ¿Y en Cataluña, por
ejemplo? Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que una futura
República Catalana tendría al menos a un tercio de sus habitantes
con derecho a voto en contra de formar parte de ella. De Euskadi
mejor ni hablamos. O sea, que Españistán resulta que es un Estado
nación de mierda, porque los españoles –se dice- no se ven a sí
mismos -con la suficiente energía y entusiasmo- como parte de
una nación. Sin embargo, para mejorarlo, lo que hay que hacer es
fomentar o dar legitimidad a proyectos nacionales aún más deficientes desde ese mismo punto de
vista.
Dejo para otro día comentar lo de fomentar proyectos nacionales al interior de España, pero no fomentarlos del todo para que así todos formen parte de España, que a su vez no sería una nación en sí. Lo que viene a ser, resumida, la alternativa que propone Podemos. Lo adelanto: no lo veo nada claro (creo que ellos tampoco).
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