Joaquim Bosch miente, y manipula, y lo sabe.
Joaquim Bosch: "Las sentencias
absolutorias no tienen nada que ver con las denuncias falsas" (Enlace)
Hace menos de cuatro años yo mismo me tragaba esto de la
irrelevancia y carácter casi nulo de las denuncias falsas (lo del famoso 0,001% de la fiscalía). Sí, fui creyente, y
activo defensor de la fe verdadera en diversas ocasiones (recuerdo muy bien un
debate con un lector de Libertad Digital, de varios días, hará de eso unos 5 años). La cosa, de todos modos, me resultaba un poco indigesta, siempre hubo
algo un tanto extraño en este asunto. Y un día, por casualidad, leí esto eneldiario.es.
Y saltaron todas las alarmas, y continué investigando, y
preguntando por las redes (y a nivel personal, a gente que conozco). Las cosas empezaron
a estar muy claras para mí a este respecto: el feminismo estaba mintiendo y
manipulando. Pero no me atrevía a hacerlo público, por miedo a defraudar a
algunas personas, por miedo a ser acusado de poco sensible con el sufrimiento
de las mujeres maltratadas, porque no quería ser acusado de machista, o de
patriarcal, o cosas por el estilo.
Continué leyendo sobre el tema, un artículo por aquí, una entrevista por allá, hilos de tuíter, también vi algún que otro vídeo. Empecé a tener una idea más o menos clara sobre la complejidad del
fenómeno, y poco a poco decidí que no se podía seguir así, y me salí del redil,
y hoy denuncio con toda la contundencia de la que soy capaz: el feminismo hegemónico en España está mintiendo y manipulando de una forma obscena
en el asunto de las denuncias falsas. La mayoría de las personas que siguen
defendiendo esa postura dentro y fuera del movimiento feminista lo hacen
movidas por la buena fe y por su confianza en otras personas que ellas
consideran “buenas y fiables”. Sin embargo, me consta, sé que hay otras muchas
personas que saben que mienten y manipulan la realidad, y lo hacen a
conciencia, no se sabe muy bien si como una huida hacia adelante (llevan ya
demasiado tiempo negando la realidad y mintiendo) o como una estrategia que consideran
válida, porque todo vale para defender lo que consideran una causa justa.
La mentira tiene las patas muy cortas, y desde hace unos
meses el ambiente está empezando a cambiar seriamente, la hora de la verdad
está llegando. Este asunto está dejando al movimiento feminista muy tocado, y
más que lo va a hacer: mienten, y muchos y muchas de ellos y de ellas lo saben,
y estamos hablando de un tema grave y delicado. Se están aprovechando de la
buena fe de la gente. Todo esto es muy grave, y muy triste, porque el principal
beneficiado de ello puede acabar siendo la ultraderecha. Pero es más, me atrevo a decir
que todo esto va en perjuicio de las propias mujeres maltratadas, cuyos derechos e intereses algunos pretenden estar
defendiendo.
(Si alguien está interesado en obtener más información sobre este asunto, que me la pida, estaré encantado de proporcionársela).
interesante reflexion
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