Los payasos tristes de Waterloo
Tenemos a unos payasos tristes en Bélgica diciendo cosas desde
balcones republicanos, y rapeando líricas revolucionarias muy
sutiles:
Sus mensajes son claros, algo rudos, emocionales y cargados de
ideas de futuro:
- Cataluña es un República no implementada
- España es una dictadura, peor que Turquía
Sus mensajes, nos dicen, no son fruto del voluntarismo, o de la
ilusión, sino que son hechos, compartidos por todo el mundo (fuera y
en parte también dentro de España), empezando por unos Jueces
Teutónicos de la Verdad Suprema, gracias a los cuales el payaso triste jefe está ya de vuelta en Waterloo, libre como el viento.
A ratos da la impresión de que estamos ante más doblepensar
orwelliano. Pero no adelantemos acontecimientos, vamos –de entrada-
a echar un vistazo rápido a esto de los Jueces Teutónicos de la
Verdad Suprema.
Estos Jueces dicen que España no es Turquía, todo lo
contrario, dicen que es como Alemania, y que ni de coña se puede
hablar de que haya presos políticos en España (Esto es un comienzo
ya jodido para la retórica de los payasos tristes de Waterloo, pero
a quién le importa la realidad, cuando se tiene una ilusión).
Los Jueces niegan implícita y explícitamente que exista nada
ni remotamente parecido a una República de Catalunya. Aún más,
basándose en las declaraciones del payaso triste jefe (Puigdemont),
estos Jueces de la Verdad Suprema dicen que en Septiembre y Octubre
se hicieron cosas feísimas en Cataluña, pero que fueron meramente
simbólicas. El referéndum –contó el mismo payaso triste jefe al
tribunal- no era vinculante ni tenía ninguna validez jurídica de
ningún tipo, fue una performance, una protesta-engaño que solo
tenía como fin negociar desde una posición de ventaja con el Estado
(el único que existía y que existe aún hoy).
Debemos concluir que los payasos tristes de Waterloo están hechos
un lío. O quizás debemos pensar que mienten a conciencia y que sus
mensajes están construidos sin lógica, solo desde la retórica
demagógica y arbitraria. Es evidente que los payasos tristes saben
que su audiencia traga lo que sea y no es muy dada a sutilezas
lógicas y del discurso consistente, así que tiran para adelante con
lo que sea.
Los payasos tristes tienen abogados también muy serios, tristes y
enfadados, con corbatas. Estos abogados hablan diversas lenguas y
ponen en lenguaje jurídico rimbombante las excrecencias
argumentales que nacen del delirio y de la ilusión de los payasos
tristes. Millones de humanos en Cataluña y fuera de Cataluña se
toman en serio a los payasos tristes y a sus abogados, y los
consideran gente muy de rigor que lucha por las libertades y los
derechos de todos los humanos que habitamos sobre la Tierra (con
excepción de botiflers y fachas españoles, que no reconocen la
realidad que niegan los Jueces Teutónicos de la Verdad Suprema que a
su vez son invocados como argumento de autoridad por parte de los
payasos tristes y sus abogados rigurosos).
Me quedo, una vez más, perplejo.
Llegados a este punto me parece que debería quedar claro a todos los interesados que, a efectos prácticos, Puigdemont es la encarnación de Trump a este lado del Atlántico, y los paralelismos entre el Procés peninsular y el Brexit en UK son demasiado obvios como para ser ignorados. Ambos (el lider populista-mesiánico y el proceso nacional-suicida) se manifiestan en diversos lugares y bajo formas ligeramente distintas, pero yo creo que responden a una corriente, todavia no del todo manifiesta, de descomposición de las estructuras de poder 'antiguas'. Por antiguas entiendo aquellas en vigor en las segunda mitad del siglo pasado, y que en esta última década han entrado en franca decadencia.
ResponderEliminarHacia dónde nos dirigimos, como sociedad? Yo, por mi parte, encaro el futuro con un espíritu de brava curiosidad! Y me saco el pasaporte Alemán, por si las moscas.
Un abrazo,
Der Tank